"Los movimientos ecológicos son movimientos políticos en favor de un orden mundial no violento en el cual se preserve la naturaleza para preservar las posibilidades de supervivencia. Estos movimientos son pequeños pero están creciendo. Son locales, pero su éxito radica en la repercusión que han tenido en otros lugares. Sólo piden el derecho a la supervivencia aunque con esa exigencia mínima se asocia el derecho a vivir en un mundo pacífico y justo. Del éxito que tengan estos movimientos populares depende el problema de la supervivencia en el planeta. A menos que se reestructuren ecológicamente las concepciones del mundo y los estilos de vida, la paz y la justicia seguirán siendo violentadas y al final la mismísima supervivencia de la humanidad estará amenazada." (Abrazar la vida. Mujer, ecología y desarrollo, Vandana Shiva)El llamado final sigue siendo urgente. Quizá hoy más, dado todo lo que hemos avanzado (retrocedido). Sin embargo, hoy los discursos son tan difíciles de distinguir. Tras las mismas ideas se ocultan intenciones tan opuestas: se hacen llamados con palabras semejantes, pero con intereses distintos, buscando legitimar una nueva racionalidad disfrazada de cuidado del ambiente. Habrá que poner más atención y, sobre todo, tener en mente dos ideas:
Primero, no cerrarnos ante lo que nuestros sentidos nos revelan, aferrados al poder de la «diosa razón».
Y después, intentar un ejercicio de humildad, un esfuerzo por vencer nuestra arrogancia moderna y atender otras posibilidades.
Insisto, al menos atender.
1 comentario:
el día que los hombres se den cuenta que el dinero no se puede comer...tarde pajarito...tarde!
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